Desdiálogo social.

Como parece que ya no hay diálogo social, propongo, a partir de ahora, llamarlo "silencio social"

Vamos a empezar por los conceptos disputados:

Impuesto de sociedades: Aproximadamente, es el 30% del beneficio que obtuvo la empresa el año anterior. Se paga a año vencido.


Despido: Si como empresa, quieres despedir a alguien, tienes que pagarle un dinero, en función del tipo de contrato que tenga, y del tiempo que lleve trabajando para ti.


Problemas:

1º Rebaja de sociedades.

Parece que la patronal, pedía una rebaja de 5 puntos en sociedades… es decir, que hacienda, en lugar de llevarse una tercera parte (aprox) de lo que ganaban las empresas, se llevara una cuarta parte.

Si hacienda ingresa menos, tiene menos dinero con que poder pagar pensiones y ayudas sociales… alguien echa cuentas… y los números no salen… así es que, se hace imposible aceptar esa propuesta. (o eso dicen).

Aquí me voy a mojar (que para eso hice el blog) y voy a decir que también algunos altos cargos del estado podían rebajarse los sueldos, para ayudar a las arcas públicas.



2º El despido.

La patronal pide abaratamiento del despido ó despido libre.

¿Qué sucede?

Pues que si hay despido libre… la precariedad laboral sería absoluta y ganarse la vida un sinvivir… en cualquier momento, cualquiera, estaríamos en la calle.

Ahora la otra cara de la moneda.

Un autónomo tiene contratado a un ayudante durante diez años. De pronto, el autónomo (por ejemplo un pescadero, que también son empresarios) se queda sin trabajo, le va mal, y tiene que despedir a su ayudante. Lógicamente, ha de pagarle un dinero… pero él se ha quedado sin trabajo, y las cuentas no le salen…. No olvidemos que estamos hablando de un pescadero.



La esencia del problema.

Que en el mismo saco, están metidos pescaderos, panaderos, fontaneros, albañiles, y Telefónica, Repsol, etc. Una empresa multinacional ubicada en España, paga lo mismo en impuestos y despidos que una sociedad formada por dos autónomos que por ejemplo, tienen su tiendecita de regalos, lámparas, ó su bar en el barrio de cualquiera de nosotros.

Evidentemente, el coste que tiene un despido para una gran compañía en porcentajes de facturación o beneficio, no es el mismo que tiene para ti, si decides montar tu tiendecita.

¿Quién pone el dinero de verdad aquí? El 80% del PIB en este país lo mueven las PYMES. Que son las mismas que generan el 85% del empelo.

¿A quién beneficia de verdad la legislación actual? A las grandes, sin duda. El impuesto de sociedades es el mismo porcentaje para todos, pero los despidos por ejemplo, no son un porcentaje. Son X días de salario por año trabajado. Y el de la tiendecita, al ayudante, tiene pagarle un sueldo, que no es tan diferente del que paga la multinacional a sus teleoperadores. Sin embargo el “roto” a la hora de pagar indemnizaciones, no es igual para uno, que para otro.


¿Podrían cambiar esto? Pues seguro que sí, pero no interesa. Lo dije anteriormente, ninguna PYME puede ofrecer los sueldos monstruosos de qué pueden disfrutar algunos señores del gobierno cuando dejan la política.

Además, para más INRI, resulta que esas grandes empresas, que representan el 20% del PIB, son las que se llevan el gato al agua. Es decir, esas en las que sus directivos cobran cifras astronómicas, son además, las que cuando tienen problemas son auxiliadas ó rescatadas por el gobierno con el dinero de todos, las que presionan a las PYMES con su competencia muchas veces desleal, y de las que tarde o temprano, parece que tenemos que depender todos, y pongo algunos ejemplos, Endesa, Telefónica, Repsol, Iberdrola, Citroën, Peugeot, (vale estas últimas no son tan básicas, pero antes o después la mayoría acabamos comprando un coche) etc…

¿Qué pasa cuando una PYME tiene que despedir a sus trabajadores porque las cosas van mal? Pues que toda la fuerza de la ley cae sobre ella, y nada de ayudas ni concesiones de ningún gobierno. No está mal cómo se ayuda al 80% del PIB, ¿verdad?

Este tema, creo que merece un post, que escribiré más adelante.

En fin… y por resumir. Señor presidente del gobierno, jódase. La próxima vez haga una política socialista de verdad, y así, al menos, tendrá amigos fieles. Ha estado usted jugando a la caridad con la “izquierda” mientras caminaba a la “derecha”, y ahora a los que se suponía que estaba usted ayudando de verdad, le han dado un espaldarazo. Le está bien empleado. Lo único que me asusta es, con este final tan de suspense, como será la próxima temporada de la miniserie.